Mi historia en MAMA

La época del refugio en 1991

En está nueva época trabajamos cinco educadores: Triny,

Lupita, Luis Enrique, Juan, y yo. Con el siguiente horario:

Lunes Martes Miécoles Jueves Viernes Sábado
Club de Calle Triny Lupita Triny Lupita Luis Enrique Juan y Nopal
Refugio Noctruno Triny Lupita Luis Enrique Luis Enrique Triny y Lupita Juan y Nopal
Trabajo de calle   Nopal Juan y Nopal  

En trabajo de calle pronto dejé de ir los jueves porque resultaba una experiencia en demasiada soledad. Quedó sólo un día de trabajo de calle.

También se cuenta con una junta de educadores que ha pasado del viernes por la tarde al jueves, y por último al lunes. Su duración es de dos horas, aunque en casos especiales dura cuatro y otras veces se suspende por falta de asistentes.

Mayo, junio y julio 91

En Diciembre de 1990 se cierra la casa de Antonio Alzate como segunda fase del programa de MAMA y todos los recursos humanos y económicos se concentran en la tercera fase del programa en la casa grande de MAMA, de Ciudad Granja. Se juntan dos generaciones de morros, y al mismo tiempo se juntan dos equipos de mairos. Los apoyos de parte de los voluntarios siguen siendo parciales allá, pero con muy pocas ganas, por una gran falta de conocimiento de la realidad de la tercera fase y al mismo tiempo por la incomunicación de los dos equipos de trabajo fusionados.

Muchos mairos dejan el equipo y de hecho nueve meses más tarde solo un mairo de aquel equipo de 12, creado por la fusión, permanece en la fase de Ciudad Granja. Así que en mayo del 91 lo que hay es una crisis. Nos preguntamos si lo que se hace realmente funciona. Hay preguntas en el aire: ¿Qué vamos a hacer con los chavos grandes?, ¿qué es lo que realmente necesitan para ser ayudados?, ¿está el programa haciendo todo lo que puede? En fin, se preguntaba de todo en ese momento. Tantos mairos, tan poco trabajo hecho, replantean la acción en la tercera fase, pronto surge la idea de regresar a Antonio Alzate, se lanza la propuesta de Refugio.

Reabrir la casa de Antonio Alzate surge primero como idea misma de las fases del programa de MAMA. Las fases buscan que el cambio que va dando el niño sea procesual y no de golpe. El programa no quiere dejar la calle pues quiere seguir ayudando a niños allí. Así que la idea de crear el refugio surgía del mismo proyecto de MAMA y de una experiencia similar tenida anteriormente.

Otra de las razones que invitaban a la apertura del refugio era dejar las tensiones de Ciudad Granja. Problemas mairo-mairo, mairo-morro, mairo-director y morro-morro. Propiciaron ver una salida a todo eso en el refugio mismo.

En mayo del 91 se vuelve a abrir la casa de Antonio Alzate. El equipo que se llega a formar parece que viene huyendo de la experiencia vivida en Ciudad Granja.

El equipo se forma primero por Celia, Triny, Oscar, Lobo y yo. Los cinco cubrimos por un lado tres días de club de calle y refugio nocturno; y por otro lado cinco salidas a la calle en busca de morros, en diversos lugares. Se va a Tlaquepaque, a Zapopan, a Plaza del sol, y se continúa con la zona centro y hay reconocimiento a lugares viejos como la vieja central y la estación de ferrocarril. Se visitan otros centros comerciales sondeando la presencia de chavitos que por allí duerman. Por este tiempo también se incorporan dos mairines: Alfonso y Valentín. Quienes dan más apoyo al programa en esta fase.

Se empiezan a convocar a una serie de reuniones para evaluar la globalidad del proyecto. La idea de estas reuniones es convocar a una evaluación de todo el proyecto en su conjunto para lograr ofrecer una mejor alternativa a los chavos a su problemática y hacia el futuro. Los voluntarios sólo al principio estamos presentes.

Presiones, crisis, la misma evaluación, el sin sentido, o todos los factores juntos hacen que Celia, Oscar y el Lobo dejen el equipo. Así mismo se evalúa la participación de los mairines, a Alfonso se le critica severamente ciertas actitudes independientes que tiene y se pide que no trabaje más en el equipo, mientras que Valentín es exhortado a seguir adelante.

Celia dejó el programa (junio 1991), había muchas cosas que no le eran fáciles, quizá demasiadas presiones, quizá malentendidos acumulados. En fin, con la paz que le caracterizaba y en el momento que vio oportuno se fue a México, Distrito Federal a otro trabajo. Hubo despedidas, pues lo que nos unía era la amistad en el trabajo.

Con la salida de Celia y Oscar, se incorporan al equipo Lupita y Luis Enrique. De entrada sobre ellos recae la decisión de dejar o no a Alfonso en el equipo. Finalmente deciden que no. De este momento en adelante la participación de Valentín va en disminución.

Así queda formado un nuevo equipo. Se tratan de olvidar todos los cuestionamientos anteriores para regresar al trabajo y ayuda de los morritos sin hogar.

Julio es un mes tranquilo. Con la idea de qué es lo que el nuevo equipo va a hacer. Finalmente se decide abrir la casa más noches y dar más paros de casa a los morritos de la calle.

Agosto y septiembre

El primero de agosto se inicia el refugio nocturno con una nueva situación. Seis días de club de calle y refugio. Un total de diecisiete horas diarias en las que se atenderán las necesidades del chavo. Considero que este tiempo fue de olvidar el pasado. Trabajar, estar en la casa, convivir con los chavos que fueran llegando, quizá simplemente verlos pasar. En esta etapa de olvidar el pasado también se olvidaron un montón de consignas, de actitudes de trabajo, de lucha, de presionar al chavo para que cambie. En fin fueron tiempos de olvidar todo.

Tiempo de mucha tranquilidad. Podemos ver a lo que invitaba la bitácorca.

Se elaborará un cartelón con nombre para aseos y elaborar una especie de lista de morros más asiduos al refugio que tengan derechos sobre camas. [También] se pondrán más lazos para tender la ropa.(51)

Estas cosas de pensaron a principios de septiempre del 90 pero se realizaron de hecho hasta Febrero del 91. En el equipo había un olvido tan grande, había unas ganas de que alguien nos pusiera la muestra, extrañabamos tanto a Celia, que nos guiaba tanto. Se olvidaban las cosas más mínimas para cualquier orden:

las cobijas, por la noche se las prestamos [a los morros] y en la mañana las regresan, para evitar que se las lleven. También me encontré un bote de jugo con chemo, creo que debemos estar buzos por si en la noche le ponen.(52)

Octubre y noviembre

La pasividad con la que afrontamos las situaciones continúa en estos meses. Se agudizan problemas personales entre algunos miembros del equipo. No se confrontan. Pronto dieron como resultado más incomunicación en el equipo. Silencios, esperar a que sea el otro el que haga las cosas.

El mes de octubre la única actividad nueva que aparece es la de la escuela y se presenta en los siguentes términos:

A los que van a clases se les apoyará para el camión [con] 800 pesos(53) por morro. Las clases inician a la 11:00 por la mañana el mairo(a) en turno llamará a Ciudad Granja para avisar cuántos chavos asisten y por la tarde reportan si acudieron o no. El chavo tendrá derecho a tres oportunidades. Si, por ejemplo, un día no acude y gasta su lana se creerá en él 2 veces más y a la tercera, si lo vuelve a hacer, él tendrá que buscar sus medios económicos para asistir nuevamente, creo que debemos estar motivando continuamente para esta acción.(54)

Octubre es el mes en el que poco a poco se generan actividades. Surge primero la escuela, como algo que viene de fuera y nos recuerda que el refugio es más que televisión por las tardes, cena, baño, una cobija por las noches y huevo en el desayuno. La casa grande de MAMA, Ciudad Granja, tiene unas modificaciones y entre ellas se ofrece la escuela: asesoría. Es un programa en el que se pretende dar escuela a estos morritos. Esta escuela se ofrece como una alternativa para los morros que asisten al refugio, la casa de MAMA: Antonio Alzate. Es una nueva actividad que claramente no sale del equipo de educadores de Antonio Alzate, sino viene de fuera.

A finales de octubre se «descubre» que los morros que asisten a la casa le ponen a la droga. Se descubre porque antes no lo habíamos notado, creíamos ingenuamente que ya no se drogaban. Pues no lo hacían frente a nosotros. Así en una reunión de mairos vuelve una pregunta:

¿Qué hacer ante el destape de los chavos: ante el problema de la droga?

-Más presión en horario de llegada.

-Establecer horario de cena para que todos estén en la cena. Se inicia la preparación aproximadamente a las 7:30 p.m. y queda formalmente a las 8:00 p.m. Salvo actividades.

-Urgente realizar programa de actividades.(55)

Aparece la idea de las actividades. En la teoría del Club de Calle (las tardes de 5:00 a 9:00) se vislumbran una serie de actividades: deportivas, recreativas, culturales, educativas, colectivas, sociales y las de asistencia médica y alimenticia. Pero en los meses transcurridos no se ha hecho nada.

Para noviembre se retoman estos aspectos de las actividades, se empieza por insistir en la limpieza como medida concreta. Parece que los descuidos en este aspecto nos llevan a replantear la problemática de la siguiente manera:

Retomando lo de la limpieza, en realidad creo que esto nos concierne a todos. Reconozco de mi parte descuidos, más tengo también obvservaciones: basura acumulada, ollas sin lavar, ropa sucia en cuartos. En fin esto es reflejo de que estamos muy mal como equipo. Creo que nuevamente cada quien trabaja a su manera y le estamos aflojando mucho. ¿Qué pasa con lo que se había acordado promover actividades, y etc., etc., etc.? En cada junta se habla sólo por hablar o qué onda. Yo no entiendo, en este descontrol me sumo yo también, mas existen deseos de mejorar las cosas. ¿Quién podrá aportar la respuesta mágica que genere nuevamente la confianza entre nosotros?(56)

Las cosas no se arreglan y en verdad nadie del equipo sabe qué hacer. Algunas otras notas en la bitácora siguen mostrando una cierta incomunicación, unas, cierto desgane en el trabajo. Pero días más tarde se vuelve a hacer evidente la escisión en el equipo:

Insisto, ¿qué estamos haciendo como equipo? Creo que [...] estamos dados a la madre con cuestiones personales. Yo en esta semana me sumé al grupo. Mairos aunque sea apoyemos en el trabajo, ya que en asuntos personales que Dios nos bendiga y nos dé fuerzas para encontrar una pronta solución y además entereza para enfrentar lo irremediable, ya vendrá otro mañana, tratemos de sonreirle a la vida. Creo que [...] unidos podríamos, con mayor responsabilidad, afrontar este compromiso moral. Tendremos que despertar rápidamente y seguirle rifando en esta noble pero dura causa.(57)

Ante la necesidad de promover las actividades se va lentamente insistiendo en ellas. El equipo va sacando un poco los conflictos que se tienen, lo que ayuda a la liberación de tensiones y facilita el trabajo.

También persiste la creencia que se puede trabajar en equipo sin tener una mínima comunicación interpersonal.

Perdida en el mes hay un "inicio [del] periódico mural tratando de poner en marcha las actividades".(58) Como actividad es una pequeña isla pérdida en el oceáno pacífico. A finales de noviembre "iniciamos [con la] jornada de limpieza. Todos [los morros] entraron con ganas".(59)

Octubre, noviembre son meses congelados. Ningún morrito permanece mucho en el refugio ni tampoco "dan el gran paso" a la casa de Ciudad Granja y se establecen allá.

Podríamos hablar de Pablo que fue uno de los que indicó el problema de la droga en estos meses.

Ya como a las 11:00 p.m. entré al cuarto y olía mucho a tonsol y Pablo tenía cara de menso, ya se había terminado [el tonsol].(60)

Tres días más tarde nos encontramos a

Pablo que escucha música en el cuarto, traía resistol o cemento en un frasco, allí le ponía. Hablé con él, no me quería entregar el frasco, por fin lo hizo y dijo: 'al cabo mañana compro más'.(61)

Al lado de estas notas amarillas de Pablo también encontramos la línea de la esperanza pues es que

Pablo se ve como candidato a Ciudad Granja (va muy bien en la escuela). A Pablo se le dará una semana aquí para irlo preparando.(62)

Unos quince días más tarde "se platica con Pablo sobre su cambio a Ciudad Granja, él está de acuerdo. Mañana cotorrea con Rogelio para que ya se quede allá".(63)

Pablo pasó un mes allá en Ciudad Granja, en alguna ocasión lo descubrieron drogándose, por poco y lo regresaban a Antonio Alzate. Casi completaba el mes cuando un día,

Por la mañana, llamó Rogelio para comentar que Pablo González se había salido con la bicicleta del profe de educación física. Se buscó al chavo por la ferro, por el centro... nada.(64)

Ya no supimos más de ese chavo, se borro de nuestras vidas.

El refugio no estaba ayudando mucho. Pablo fue uno de los pocos que logró llegar a Ciudad Granja, pero duró unos cuantos días allá, ya se había acostumbrado a no hacerle caso a los mairos. Ya sabía como pasarse de lanza. Y cuando vio la oportunidad (ya platicada con otro morros) de irse de baño con la bici, no esperó nada. Se manchó bien con el proyecto, fueron varios días en los que lo estuvimos buscando, pues no se le quería dejar impune por ese robo. Supimos por su tío que Pablo era de Tecomán, Colima. Pero ¿Quién iría hasta allá a buscar a un niño? El tiempo fue borrando su historia, pero ahora siempre que hablamos de Pablo pensamos en un ladrón. Siendo que Pablo lo único que hizo fue aprovechar una oportunidad, una libertad que vivía en Ciudad Granja. Se le hizo más agradable una bici que conservar la amistad con unos mairos que, por más buena onda que fueran, tenía unos pocos días de conocer.

¿Qué le pasó a Arnulfo? Caso especial, por tener más de los dieciséis de edad límite. Siempre fue algo especial, y se puede decir que se metió en dos problemas en la casa: el primero "respecto de unos comentarios que según eso hizo de las mairas"(65) y el otro "que se quedó escondido"(66) en la casa. El día que se quedó escondido se le pidió que se saliera y luego se le negó el paro hasta que él mismo se fue de la ciudad. Arnulfo se fue con otros tres: Juan Carlos, Roberto y José Guadalupe. De ellos cuatro sólo José Guadalupe regresa a la semana a la casa, pero la historia de José Guadalupe es muy distinta.

Diciembre y enero de 1992

Diciembre llega y con él también llega el espíritu navideño. En los primeros días del mes aparece una invitación en las bitácoras:

Mairos sería conveniente que continuemos realizando preparativos para esta época, retomando esto como actividad creo que ya es tiempo que le demos vida a esta casa.(67)

Pero sucede algo fuera de nuestro control. A mediados de noviembre había salido casi la mitad de nuestra población, luego en diciembre muchos otros dejaron de ir, así que la segunda semana de diciembre sólo teníamos cuatro pobladores. Cuando supo eso el director, una semana después, pidió que todos los educadores de Antonio Alzate fueramos a la calle en busca de niños. Cuando los niños quisieron volvieron a aparecer en la puerta de la casa en busca de paro. La navidad fue con promedio de 10 chavos, algo más normal para la casa.

Navidad, vacaciones (aunque en la calle sólo se ven a los vacacionistas) promovidas por la tele. Películas especiales del niño Jesús, especiales de navidad, finales felices y llenos de regalos... bueno ese es siempre el ambiente de navidad. En el refugio también aparecía así, aunque no era real.

El día de navidad, hubo cena especial y hubo reparto de regalos, lástima, eran regalos para niños, donados por gente de buena voluntad, pero que no sabe que el proyecto es más para adolescentes que para niños. Ví 14 caras de alegría y emoción al ir rompiendo un papel navideño, también vi 14 caras de: "¡ah!", una cara de "chin: no quería nada, pero ¿esto?, ¿qué es?, no es para mí, ni tengo un hermanito a quien regalárselo". Algun morro jugó con su avión de plástico y luego lo dejó guardado en la oficina (tres meses después queda por allí un regalo guardado).

Después de una cena y un reparto de regalos todos los morros traían onda de salirse por unas chelas que tenían clavadas por el expiatorio.(68)

Llega enero y con enero, el año nuevo y sus propósitos de cambio, de ser mejor. El equipo de educadores cambia, las propuestas son más factibles de ser llevadas a la práctica, se van haciendo realidad algunas cosas. Por un lado van saliendo más exigencias en las bitácoras, "que la basura", "que no se aseó lo suficiente en el otro turno", "que hay que fijarnos en tal o cual cosa".

La preguntas sobre los morros no son lo fundamental pues el grupo de pobladores de la casa trae actitudes nuevas, abiertas y empieza a ser muy estable. Son dos factores que de alguna manera ayudan a los educadores en este momento a que se organicen. La idea de las actividades toma forma clara y precisa y para mediados de enero ya hay un cuadro claro de lo que se trata:

Lunes Martes Miercoles Jueves Viernes Sábado
Asamblea de morros. Aseo general de la casa Actividad deportiva de fut. Periódico mural.

Seis meses le tomó al equipo, lograr quedar de acuerdo en cuatro actividades mínimas. Hay que reconocer que no fue nada fácil, aunque cualquiera diga que el cuadro anterior es ridículamente fácil, hacerlo realidad, no lo fue. Olvidos, incomunicaciones, no verle sentido, más fácil simplemente ver televisión, cansancio de otras actividades, falta de credibilidad (en el proyecto, en los demás mairos, en el director), dudas, miedos, ausencia de morros por los que sí valga la pena dar la vida, cumplo con mi turno y lo demás a volar... Demasiadas trabas fue teniendo el proyecto de actividades pero al final, después de un pesado semestre, en el que que se puede decir que perdimos a todos los morros. Los perdimos pues ni uno sólo de todos esos morros que participó en el semestre pasado continuó en el proyecto. En ese sentido no supimos ofrecerles nada que les animara más que la calle. En ese sentido no fuimos proyecto alternativo. Sino que les ofrecimos más de lo mismo a lo que vienen huyendo.

En enero ya la bitácora habla de acuerdos. Estos parece que ayudan a los chavos. Están por un lado las actividades para ellos, y por otro, la idea unificar los criterios de las ideas comunes:

Se debe retomar, para todos los chavos y como único beneficio para educación del mismo, [que] queden claras las consignas para todos los educadores, como un compromiso real y que se cumpla. [Tenemos la tarea de] retroalimentar el respeto al chavo y al mairo. [Se debe] cumplir con las reuniones dentro del día y el horario señalado. [Debería de haber una] mayor comunicación entre los educadores [sobre todo] en los aspectos de los chavos.(69)

Las ideas van siendo cada día más claras. Surgen propuestas indirectas de platicar y comunicar los criterios, así por ejemplo aparece la reflexión de un mairo:

He estado manejando la consigna de que, el que no trabaja no tiene derecho a comer. Si alguien no está de acuerdo lo vemos en reunión para poder perfilar nuestras posturas como educadores y que tengamos los mismos criterios.(70)

Al mismo tiempo se cuenta con la asamblea, una nueva instancia para hacer llegar las consignas de la casa a todos los morritos, una forma de transmitir en masa una idea determinada. Aunque seguimos siendo educadores de lo cotidiano, preferimos los rollos en grupo para trasmitir y que quede claro lo que se quiere decir. La asamblea al mismo tiempo pretende ser una instancia para el autogobierno de la casa, en donde los morros se animen a decir lo que quieren de la casa y de sus actividades, consignas, planes, ideas, pleitos con otros y demás cosas que se les ocurran. Así en una de las primeras asambleas los morros guiados por un mairo llegan a las siguientes conclusiones:

1)Este jueves(71) se fija la fecha del próximo paseo.

2)El aseo general es los martes.

3)Para los morros que le falten el respeto a un mairo, sanción de T.V. o de acuerdo a la falta.

4)Mejorar las comidas de los cocineros,(72) que se laven las manos antes de preparar la comida, y que sólo estén los indicados para hacer la comida.

5)Para el chavo que meta droga sanción de dos días de calle.

6)Prohibido fumar en los cuartos, en caso de insistencia [de parte de los fumadores] se verá una sanción posteriormente.

7)El chavo tiene que bañarse por la noche para que amanezca limpio y alcance a hacer sus aseos. Se tendrá que presentar a cenar [después de su] baño.(73)

Es enero el mes para consolidar muchas cosas, dejar en claro otras y la oportunidad de seguir el camino de la educación de estos morritos abandonados. Se van dejando poco a poco los problemas personales, las diferencias para dejar espacio al trabajo como tal. Se empieza una dinámica: exigir ciertos acuerdos y criterios comunes a los demás mairos como parte del trabajo cotidiano. Aunque no están del todo limadas las asperezas personales, las actitudes de los educadores es de mayor colaboración en el trabajo en equipo.

Febrero

Para febrero, la población del refugio se vuelve muy constante. Lo podemos observar en la gráfica. Dos niños participan los 25 días que la casa está abierta; dos, 23 días; dos, 20 días, y dos, 15 días. Así tenemos una población de 6 a 8 niños que es casi constante. Es el mes de más alta permanencia de parte de los chavos. La comparación con otros meses se puede observar en las gráficas que se encuentran en los apéndices del final (cfr p. 143).

A finales de enero y principios de febrero se dan una serie de robos a la casa, supuestamente cuando está cerrada. Se desaparecen fundamentalmente grabadoras y alguna ropa. No se llega a saber quíen es el autor de los robos pero se van tomando medidas como la de cambiar la combinación de las tres chapas. Se buscan sospechosos: "por un lado Enrique Tello, que andaba tras de la grabadora, por otro la aparición de Alfonso(74) por la mañana el día del robo".(75) Luego los mairos en reunión de equipo diseñan una posible solución a estos problemas y surgen unas estrategias para solucionar los robos:

[Hacer] una campaña permanente de guardias(76) con la finalidad de descubrir al chavo [que se mete a la casa]. [Se proponen las siguentes] medidas de seguridad [para el mairo:] sólo limitárse a ver quién es el que entró, [en ningún momento se] tratará de violentar. [También se propone] utilizar candados en todas las áreas de la casa. [Se ve también necesario hacer una campaña con los chavos en sus asambleas.] A éstos les debe quedar bien claro que todos [los mairos] estamos molestos. Se tratará de insistir en la traición, utilizar su mismo lenguaje (manchados, se pasaron de lanza, etc.) Se tratará de crear conciencia. Las medidas que se van a tomar: 1)expulsión por tiempo indefinido o 2)entregar al tutelar. Concientizar a la asamblea de tal manera que se responsabilice al chavo de que él fue el del error y que el mairo no es gacho. Buscar alianza con los demás morros, más si se toma una medida extrema.(77)

La idea de «el mairo buena onda» sigue en todo su apogeo. Pero por más intentos de atrapar al amigo-ladrón, nunca se supo nada.

Febrero es un mes de esperanza en el que algunos morros manchados dejaron la casa (principalmente porque cayeron al tutelar) mientras que otros nuevos y viejos conocidos llegaron a la casa con ganas de estarse un buen rato. Por eso tiene el mes un tinte de mucha esperanza. Hablamos de seis que resultan ser muy constantes. En cada uno de los seis hay mucha confianza, hay ya un cariño y una apuesta hecha por ellos, hay alegría al verlos y verlos crecer.

Notas

51. Bitácoras, 6 de septiembre de 1991.

52. Ibid., 18 de septiembre de 1991.

53. Lo equivalente a dos viajes en camión, luego se determinó que sólo se les diera para un viaje, pues en Ciudad Granja les darían el dinero para el regreso.

54. Bitácoras, 7 de octubre de 1991.

55. Ibid., 25 de octubre de 1991.

56. Ibid., 8 de noviembre de 1991.

57. Ibid., 12 de noviembre de 1991.

58. Ibid., 29 de octubre de 1991.

59. Ibid., 26 de noviembre de 1991.

60. Ibid., 21 de octubre de 1991.

61. Ibid., 24 de octubre de 1991.

62. Ibid., 17 de octubre de 1991.

63. Ibid., 5 de noviembre de 1991.

64. Ibid., 4 de diciembre de 1991.

65. Ibid., 11 de noviembre de 1991.

66. Ibid., 13 de noviembre de 1991.

67. Ibid., 3 de diciembre de 1991.

68. Ibid., 24 de diciembre de 1991.

69. Ibid., 23 de enero de 1992.

70. Ibid, 3 de enero de 1992.

71. Fecha de la próxima reunion de educadores.

72. Allí en la casa uno de los morros es quien prepara la comida, generalmente lo que él sabe y puede.

73. Bitácoras, 20 de enero de 1992.

74. Ex-mairin, que salió del proyecto por mal versación de fondos.

75. Bitácora, 10 de febrero de 1992.

76. Las guardias consistieron en vigilar la casa en los horarios que supuestamente debe permanecer cerrada y sin gente. Duraron dos semanas y en ningún momento sucedió nada anormal. Una de las tácticas de esta vigilancia es que ningún morro se diera cuenta.

77. Bitácora, 24 de febrero de 1992.